Retos. Despedidas. Y cambios. Nadie dijo que la vida fuera fácil. Pero es precisamente en estos momentos cuando más debemos cuidar de nosotros mismos. El trago amargo se sobrevive con música, con buenos amigos, con el apoyo de los hermanos, saliendo a respirar aire limpio y sobretodo, nutriendo nuestro cuerpo con alimentos de calidad que nos den energía para seguir adelante.
Y aunque quizás no te hayas dado cuenta, todos tenemos una manera muy única de recuperarnos. Todos tenemos un ritual especial que nos regresa poco a poco a la vida con nuevos bríos y conociendo un poco más de nosotros. ¿Conoces tu ritual?
En mi proceso de catarsis, por ejemplo, me encargo de llamar a las amigas de confianza, a mis hermanas y a mi madre para el desahogo necesario. Me doy un baño bien caliente, me pongo ropa que abrigue mucho y comienzo a limpiar hasta el rincón más recóndito de mi casa. Poco a poco, organizo mis papeles, mis emails, las cuentas y literalmente le doy forma a mi vida hasta recuperar el sentido de orden.
¿Y para completar? Una película y unos espaguetis divinos que lo arreglan todo.
Para mi no hay nada más terapéutico que salir al mercado de mi comunidad y seleccionar los ingredientes más frescos del día. Luego, llego a mi casa y despejo la mente cortando cebolla, ajo, pimientos y setas para formar la base de una deliciosa pasta.
Dentro de mi modesto círculo de amigos, tengo que decir que estos espaguetis son famosos y se los receto a cualquiera que haya tenido un mal día, una pelea con el novio o cualquier preocupación. Mi madre también se refiere a ellos como los espaguetis de pepiña (como me dicen en casa) y le dice a todo el mundo que son tan buenos que no le hacen falta la carne. Viniendo de una persona que come carne en casi todas las comidas, es un verdadero halago.
Espero que disfruten las recetas que les comparto a continuación. Se les quiere mucho y pa’ lante. Para atrás, ni para coger impulso.
Espaguetis de Pepiña: Sofríe con aceite de oliva cebolla picadita, ajo machacado, pimientos, setas, un puño de cilantro fresco picadito, cebollines y hasta zucchini si tienes. Aquí la idea es llenar la sartén con vegetales frescos. (Si haces salsa demás, tranquila. La puedes congelar y utilizarla luego.)
Espero que disfruten las recetas que les comparto a continuación. Se les quiere mucho y pa’ lante. Para atrás, ni para coger impulso.
Espaguetis de Pepiña: Sofríe con aceite de oliva cebolla picadita, ajo machacado, pimientos, setas, un puño de cilantro fresco picadito, cebollines y hasta zucchini si tienes. Aquí la idea es llenar la sartén con vegetales frescos. (Si haces salsa demás, tranquila. La puedes congelar y utilizarla luego.)
Añade un poco de italian seasoning, sal y pimienta a gusto. Cuando los vegetales estén doraditos, añade 3 ó 5 tomates Roma picaditos, una lata de tomates enlatados picaditos, un chorrito de vino blanco, una cucharita de azúcar morena y unas cucharitas de queso crema. (No les doy medidas exactas a propósito porque depende del gusto individual, pero me gusta que la salsa quede espesa. ) Ajusta la sal de ser necesario.
Espaguetis sin Salsa: Esta receta es aún más fácil y es inspirada en una versión que compartió el editor culinario Francis Lam en Salon.com. Solo tienes que ir al mercado y escoger los tomates más lindos y frescos que veas: grandes, pequeños, rojos, amarillos o verdes. Los que quieras, pero necesitas al menos unos ocho medianos.
Luego, sofríes cebolla bien picadita y ajo machacado en aceite de oliva. Cuando se dore la cebolla añade todos lo tomates picaditos con todo y jugo. Deja que se cocine por unos segundos y añade un cubito de cilantro o cilantro fresco, un poco de sal, pimienta y un chorrito de vino blanco. Viertes los espaguetis hervidos, permite que los sabores se mezclen, ajusta la sal y sírvelos con queso parmesano. ¡Listo!
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